No estamos hablando de lujosos y elaborados facsímiles, casi indistinguibles de los auténticos documentos centenarios, sino de reproducciones low cost, de bajo precio, asequibles a muy bajo precio.
Vamos a ver algún ejemplo, el Bando de los alcaldes de Móstoles, de 2 de mayo de 1808:
la primera edición de la Constitución de Cádiz:
Se trataría de reproducciones de documentos históricos relevantes, de una página o pocas páginas, cuya reproducción puede hacerse de forma barata, con una impresora de buena calidad y un papel de características o color similar al original.
La ventaja que tendría es poder ofertarse en Internet con unos bajos gastos de envío.
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